El turismo sostenible busca desarrollar actividades con el menor impacto posible sobre el medioambiente, fomentando una explotación de recursos que no sobrepase su capacidad de renovación. Respeto por el ecosistema y las culturas locales, promoción de la creación de empleo e ingresos para las comunidades locales.
Vamos primero a reconocer sobre qué tres pilares fundamentales se sostiene el Turismo Sostenible:
1. Optimización de los recursos medioambientales: proteger el entorno natural es fundamental, porque sin ecosistemas saludables, no puede haber turismo a largo plazo.
2. Respeto por la cultura local: la autenticidad cultural es vital para entender los valores, tradiciones y arquitectura local, destacando, por sobre todas las cosas, la identidad del destino.
3. Distribución justa de la riqueza: el turismo debe generar recursos económicos y empleo para residentes del destino, pero también debe garantizar una distribución equitativa de esos beneficios, contribuyendo a la reducción de la pobreza.
Ahora que ya entendemos de qué estamos hablando, vamos a descubrir desde cuándo existe y por qué se valora el concepto de “turismo sostenible”. Esta idea comienza a tomar fuerza en la década de los 90, cuando los efectos negativos del turismo masivo, como la degradación ambiental y la estacionalidad laboral, comenzaron a ser evidentes. La Organización Mundial del Turismo (OMT) y otros organismos internacionales impulsaron medidas para promover un turismo más responsable y equilibrado, conscientes de que el sector puede contribuir significativamente a la economía global (desde las economías locales), gestionando adecuadamente sus impactos.
Ahora bien, vayamos un paso más adelante y distingamos ¿para qué es importante avanzar en modelos, estrategias y acciones para potenciar el turismo sostenible? En 2005, la OMT y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente establecieron algunos objetivos clave para promover un modelo de turismo más responsable. Entre los más destacados, podemos nombrar la Viabilidad económica (para garantizar la rentabilidad del turismo a largo plazo), la Prosperidad local (priorizando los beneficios económicos para las comunidades locales), la Equidad social (para distribuir equitativamente los beneficios generados por el turismo), la Conservación cultural y ecológica, y el Respeto y la protección del patrimonio natural y cultural.
“Cuando hablamos de turismo sostenible, más allá de hablar de los destinos consolidados, y haciendo foco los destinos emergentes, es pensar en las oportunidades estratégicas, en los beneficios sociales, económicos y culturales que genera un turismo sostenible”, señala Marisol Martinez, Directora de Políticas Turísticas del Gobierno de la provincia de Río Negro (Argentina). “Tenemos que pensar también en el sector turístico como una fuente de empleos -continúa Martinez-, teniendo en cuenta que el turismo es transversal, y haciendo foco siempre en lo local”. –
En relación al impacto económico que viene de la mano de las acciones en línea con el turismo sostenible, Flávia Neri de Moura, Asesora de Sustentabilidad y Acción Climática en Turismo de la Fundación de Turismo de Mato Grosso do Sul (Brasil) (Fundtur-MS), menciona que el impacto aparece “en la medida que implementamos acciones que garantizan y contribuyen a la conservación de los bienes naturales que sirven de base a la actividad turística desarrollada, estamos garantizando el uso de estos bienes de manera responsable y duradera en el territorio”. Por otra parte, comparte algunas acciones que contribuyeron al turismo sostenible en Bonito (Mato Grosso do Sul), como la implementación del bono único, la licencia ambiental de empresas turísticas, las certificaciones en el sistema de gestión de seguridad y el papel protagónico del sector privado en la organización de actividades de gobernanza turística en el territorio. Actualmente, la Fundación Turismo MS viene apoyando iniciativas para fortalecer la gobernanza, estructuración y promoción del destino que en marzo recibirá a la tercera edición de la Feria Internacional de Destinos Inteligentes (FIDI 2025).
Ya nos empieza a quedar todo más claro, por lo cual tenemos que preguntarnos cuál es el impacto que genera el turismo sostenible en los destinos. Más allá del impacto profundo que logra en el ámbito económico, hay que destacar los cambios sustanciales que genera a nivel ambiental y sociocultural. Desde la creación de empleo y el fortalecimiento de infraestructuras, hasta la conservación de los ecosistemas y el respeto a las tradiciones locales, el turismo puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo sostenible. ¿Pero todos los impactos son positivos?
Aquí debemos destacar que suelen aparecer la sobreexplotación de recursos, la estacionalidad en el empleo y el riesgo de homogeneización cultural. Entonces, es cuando el turismo sostenible busca mitigar estos efectos, promoviendo un equilibrio entre los intereses económicos, ambientales y sociales.
Pero dijimos al comienzo que el turismo sostenible es un turismo inteligente. Para esto, es fundamental contar con información, con datos concretos y analizados para tomar las mejores decisiones. Entonces, ¿cómo medimos al turismo sostenible?
La OMT ha propuesto indicadores como el consumo de energía y agua, así como la producción de residuos por huésped, para ayudar a las empresas y destinos turísticos a seguir su progreso hacia la sostenibilidad. Por otra parte, se utiliza un marco estadístico estandarizado que fue acordado internacionalmente por los países miembros de ONU Turismo, con un marco de referencia que sirve para medir los aspectos sociales, económicos y medioambientales del turismo.
Por citar un ejemplo, la Argentina, a través de su Ministerio de Turismo y Deportes, publicó en 2021 las Directrices de Sostenibilidad Turística para Organizaciones, un manual para la implementación y medición de acciones. Allí destaca (entre otros puntos significativos) la necesidad de poner en marcha acciones de “Monitoreo, control y evaluación” para detectar el nivel de avance y cumplimiento de los objetivos y metas establecidos. En este apartado, destaca que la medición agua, energía y residuos en estas organizaciones (alojamientos) facilitará la detección de oportunidades de mejora, así como la retroalimentación de la planificación ambiental y general de la organización.
Por último, hablemos de los más importantes: ¿cómo implementar el Turismo Sostenible? A diferencia de lo que usualmente se piensa, las acciones en línea con un turismo sostenible no son solo cuestión de políticas públicas, sino también de decisiones individuales. En este sentido, son los viajeros quienes pueden contribuir a un turismo más responsable a través de sus elecciones, como optar por destinos sostenibles, seleccionar alojamientos que practiquen medidas de conservación, y ser conscientes de la huella de carbono de sus desplazamientos.
Algunas acciones concretas son: evitar el uso excesivo de aviones, optar por transportes públicos y respetar las normas locales de conservación ambiental. Estas son solo algunas de las acciones que los turistas y visitantes pueden llevar a cabo para reducir su impacto.
